Historia de la buena acción

Cuenta la leyenda que durante los primeros años del movimiento un visitante en Londres llamado «William D. Boyce» se encontraba perdido en el centro de la ciudad tratando de dar con una dirección, al pasar un muchacho, le solicitó indicaciones, el muchacho en la mejor actitud empezó a darle instrucciones y decidió mejor llevarlo al lugar que no estaba lejos.  El señor Boyce sorprendido por la disposición del éste intentó darle una propina, a lo que el chico respondió «No señor, yo soy un Scout y nosotros hacemos las buenas acciones sin esperar recompensa», lo que intrigó al señor Boyce, quien solicitó al muchacho que le esperara al salir de su reunión y le contara más sobre esos «Scouts»; y así lo hizo el muchacho.
El señor Boyce interrogó al muchacho sobre el movimiento, el muchacho ofreció llevar al señor Boyce a las oficinas de Baden-Powell donde tuvo la oportunidad de conocerlo e intercambiar ideas sobre educación de los muchachos.
Fue tal la impresión del señor Boyce sobre el Escultismo que al volver a su país, fundó el primer grupo Scout en los Estados Unidos de América.
Ésta leyenda sobre un Scout anónimo quien con una pequeña buena acción que en principio pudo ser algo aparentemente insignificante tuvo un impacto importante en el mundo.
Es así como el gran jefe nos incita a realizar una buena acción cada día sin esperar recompensa y que se vuelva un hábito de nuestros días, «que sea tan natural como cepillar nuestros dientes o vestirnos».
Para recordarnos hacer por lo menos una buena acción el jefe nos dice que hagamos un nudo en la punta de nuestras pañoletas, éste nudo se representa con una voluta en el símbolo de nuestra divisa.

3 comentarios:

  1. me gusto el resumen que tienen para explicar esa gran historia

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    1. gracias por todo
      gran aplicacion

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    2. Gracias Allan, en el G.S. Kaina 75 estamos Siempre Listos para Servir, esperamos que el resto del blog te agrade.

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